Furiosas tintas
desgarran las cavernas de mi mente
trastornando el papel
sacudido por sus rostros hambrientos
Como un evidente anzuelo
en ríos espesos
ahí el imposible control.
Ajeno.
Inaccesible.
Tan sólo cursos sin destino
Lodo sin etiquetas
allí donde se retuerce ardiente
mi afán por analizarlo todo
Espléndido universo
acariciado por mi enfermizo patrón
Patrón que se agita
y desordena mis superfluos placeres
rompecabezas
Un vago olor restituye mi sufrimiento
y mi cerebro lame las paredes
Buscando la humedad huidiza
en miles de palabras
Impalpable delirio
que mi letra deshace
en recuerdos polvorientos
Vaporoso entierro secreto.
Inútil como las obsesiones.
Un insecto agónico
Escribiendo…
con la sangre que derramo
En vano intento alzar la hoguera
con anotaciones recogidas en desesperación
al pie de la ocasión muerta.
Entre la vigilia
y el agotamiento inexplicable del sueño
ideas aplazadas
rondan los pliegues de mi sucesivo día
El delirio nutre la hoguera
con mis frágiles aciertos,
y me conduce a la orilla
de mi tortura
Donde riego sobre una piedra insensible
mis débiles fantasías.
Y los planes
como brebajes ácidos
que preparo con las raíces de mi inquietud
a veces me dan sosiego
A veces me hacen extranjero en mi propia existencia
...
¿Qué ritual demente he de cumplir
con el polvo de mis huesos?
¿Dónde derramo mi sangre,
que es tinta,
para firmar en sacrificio
la turbulencia de sucesos
en donde podré dejar de anticipar para vivir?
...
Sin cesar fatigo vías holladas por mis sueños.
Escribo en círculos,
frenéticamente ciego…
Diciembre 30 de 2008, por The Illusionist
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