Llamar a la motivación y a la fuerza a cada instante puede hacerse de muchas maneras diferentes:
- Al estrecharle la mano a una persona, piensa que le estás pidiendo prestada su energía. Convéncete de eso, créelo y trata de sentirlo. Puedes usar palabras especiales en esos momentos si lo prefieres.
- Esto se aplica también a otras instancias, ya que esta estrategia es casi ilimitada, como besar a una mujer o abrazar a alguien. Mirar a los ojos a una persona también implica asimilar su energía.
- Concentrarse en una parte específica del cuerpo de otra persona puede darte poder sobre la energía en ese punto.
- Cuando alguien hable mucho puedes pensar también que está soltando energía y al escucharla tú puedes capturar esa energía.
- Al practicar un deporte como el baloncesto, creas y arrebatas energía a tus oponentes al encestar, al robar un balón, al hacer un bloqueo, una asistencia o una buena defensa. Incluso puedes darle valor a cada acción. Por ejemplo, los movimientos que capturarían más energía serían las volcadas o los mates, las cestas, los bloqueos y el hecho de superar a un defensor.
- Observar a una persona, animal, planta o cosa detenidamente puede hacer que te llenes de la energía de lo que ves. Pudes usar invocaciones como "Compartirás tu denuedo conmigo. Desde ahora me ofrecerás tu ímpetu".
- Cuando una persona te sonríe o toque te está ofreciendo sin resistencia su energía.
- Al discutir con alguien, robas energía cuando la otra persona grita o se altera. Le arrebatas más si permaneces tranquilo.
- Al cantar una canción te impregnas de sus fuerzas y las haces tuyas si escuchas atentamente. Las canciones poseen energías ilimitadas.
- Al aumentar tu sensibilidad hacia cualquier cosa. Por ejemplo, al sentir profundamente, aquí y ahora, la lluvia, el sol, una superficie, un sonido, incluso un sentimiento. Las posibilidades son interminables desde la atención plena.
- Al hacer reír a una persona, haces que esa persona libere su energía directamente hacia ti. Lo mismo sucede si la mueves a sonreír, a abrazarte, a sentirse cómoda, a contarte algo, etc.
- En el momento en el que creas algo -poemas, dibujos, decoraciones, ornatos, escritos- la energía que empleaste haciendo eso está a tu total disposición y puedes usar también la energía que la creación en sí misma tiene.
- En un momento en el que debas hacer uso de la motivación y fortaleza, puedes respirar profundamente y pensar detenidamente mantras como "Sea inundado mi cuerpo de desbordante ánimo e ímpetu para que, con sañuda fortaleza, emprenda adecuadamente esta actividad".
- Reacciona rápido. Si no detectas energías, agita fuertemente los brazos o las piernas, da un grito o un resoplido y te dedicas a lo que debes hacer inmediatamente.
- Buscar una figura que te incite a competir. Sé lo más competitivo posible. Percibe algunas actividades como un reto directo. Piensa siempre en ser mejor que tú mismo, que tu versión actual.
- Visualiza con conciencia plena objetos y cosas vigorosas, como una ola, una tormenta o un felino cazando.
- Crea un rito personal para atraer el ánimo.
- Escucha música animada, rápida y fuerte, llena de energía.
- Habla constantemente contigo mismo.
- Sonríe. Sé amable.
- Ríete mucho, ríete con ganas. Usa el humor en tu vida lo más que puedas.
- Haz uso del odio a los demonios del pasado. Concéntrate en hacer lo que no hiciste antes aunque te lo hayas propuesto. Cambia tu disposición maldiciendo todo el tiempo que has desperdiciado en tu vida. Recuerda esos amargos momentos para no repetirlos. Piensa que puedes aliviar tu pasado haciendo todo mejor en el presente.
Cuanto más usas energías, más atraes. Esta es una ley básica. Cuanto más bríos le impongas a una actividad, más bríos recibes: Funciona a la vez como un imán de ímpetu y como los músculos, que cuanto más se ejercitan, más fuertes y grandes se tornan. De esta forma, en todo momento y lugar lo único que debes hacer es tomar las fuerzas de tu medio.
Es una cuestión psicológica. Es entrenar la mente para tal propósito. Se trata de convencerte: Creer que tienes energía ilimitada y que estás muy motivado.
- Al estrecharle la mano a una persona, piensa que le estás pidiendo prestada su energía. Convéncete de eso, créelo y trata de sentirlo. Puedes usar palabras especiales en esos momentos si lo prefieres.
- Esto se aplica también a otras instancias, ya que esta estrategia es casi ilimitada, como besar a una mujer o abrazar a alguien. Mirar a los ojos a una persona también implica asimilar su energía.
- Concentrarse en una parte específica del cuerpo de otra persona puede darte poder sobre la energía en ese punto.
- Cuando alguien hable mucho puedes pensar también que está soltando energía y al escucharla tú puedes capturar esa energía.
- Al practicar un deporte como el baloncesto, creas y arrebatas energía a tus oponentes al encestar, al robar un balón, al hacer un bloqueo, una asistencia o una buena defensa. Incluso puedes darle valor a cada acción. Por ejemplo, los movimientos que capturarían más energía serían las volcadas o los mates, las cestas, los bloqueos y el hecho de superar a un defensor.
- Observar a una persona, animal, planta o cosa detenidamente puede hacer que te llenes de la energía de lo que ves. Pudes usar invocaciones como "Compartirás tu denuedo conmigo. Desde ahora me ofrecerás tu ímpetu".
- Cuando una persona te sonríe o toque te está ofreciendo sin resistencia su energía.
- Al discutir con alguien, robas energía cuando la otra persona grita o se altera. Le arrebatas más si permaneces tranquilo.
- Al cantar una canción te impregnas de sus fuerzas y las haces tuyas si escuchas atentamente. Las canciones poseen energías ilimitadas.
- Al aumentar tu sensibilidad hacia cualquier cosa. Por ejemplo, al sentir profundamente, aquí y ahora, la lluvia, el sol, una superficie, un sonido, incluso un sentimiento. Las posibilidades son interminables desde la atención plena.
- Al hacer reír a una persona, haces que esa persona libere su energía directamente hacia ti. Lo mismo sucede si la mueves a sonreír, a abrazarte, a sentirse cómoda, a contarte algo, etc.
- En el momento en el que creas algo -poemas, dibujos, decoraciones, ornatos, escritos- la energía que empleaste haciendo eso está a tu total disposición y puedes usar también la energía que la creación en sí misma tiene.
- En un momento en el que debas hacer uso de la motivación y fortaleza, puedes respirar profundamente y pensar detenidamente mantras como "Sea inundado mi cuerpo de desbordante ánimo e ímpetu para que, con sañuda fortaleza, emprenda adecuadamente esta actividad".
- Reacciona rápido. Si no detectas energías, agita fuertemente los brazos o las piernas, da un grito o un resoplido y te dedicas a lo que debes hacer inmediatamente.
- Buscar una figura que te incite a competir. Sé lo más competitivo posible. Percibe algunas actividades como un reto directo. Piensa siempre en ser mejor que tú mismo, que tu versión actual.
- Visualiza con conciencia plena objetos y cosas vigorosas, como una ola, una tormenta o un felino cazando.
- Crea un rito personal para atraer el ánimo.
- Escucha música animada, rápida y fuerte, llena de energía.
- Habla constantemente contigo mismo.
- Sonríe. Sé amable.
- Ríete mucho, ríete con ganas. Usa el humor en tu vida lo más que puedas.
- Haz uso del odio a los demonios del pasado. Concéntrate en hacer lo que no hiciste antes aunque te lo hayas propuesto. Cambia tu disposición maldiciendo todo el tiempo que has desperdiciado en tu vida. Recuerda esos amargos momentos para no repetirlos. Piensa que puedes aliviar tu pasado haciendo todo mejor en el presente.
Cuanto más usas energías, más atraes. Esta es una ley básica. Cuanto más bríos le impongas a una actividad, más bríos recibes: Funciona a la vez como un imán de ímpetu y como los músculos, que cuanto más se ejercitan, más fuertes y grandes se tornan. De esta forma, en todo momento y lugar lo único que debes hacer es tomar las fuerzas de tu medio.
Es una cuestión psicológica. Es entrenar la mente para tal propósito. Se trata de convencerte: Creer que tienes energía ilimitada y que estás muy motivado.
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