Creo que me gustas. Bueno, no estoy seguro de lo que siento. No podría enmarcarlo, definirlo o agruparlo en sensaciones o sentimientos. Aunque sé que algo de obsesión y locura pero también de sensibilidad y altruísmo.
Me gusta ver cómo caminas y observar tu cuerpo, oír tu voz, y saber cerca tu presencia. Me encanta tu cabello, y me gusta la forma de tus labios: eres hermosa, muy hermosa.
Eres algo extrovertida, un poco loca. Estás abierta a todo y por eso eres encantadoramente especial. Me gusta tu personalidad, alguna vez contraria a la mía.
Me gusta estar cerca de ti cuando ríes o simplemente dices cualquier tontería. Te hablo suavemente como a una delicada mariposa, cuidando cada una de mis palabras. Me enloquecen tus gestos y la forma en que reaccionas a algo inesperado.
Toda palabra que pronuncias es hermosa y cada cosa que haces es bella: Eres hermosa siendo tú.
Me gusta tu curiosidad. Me encanta verte en silencio.
Cuando me miras me siento dignificado. Me siento feliz de merecer una mirada tuya. Me alegra saber que haces algo para mí: pronunciar una palabra, dar un beso o simplemente dedicar un pensamiento.
El viento juega con tu cabello cubriendo la mitad de tu rostro, y pareces luna. Muchas veces he besado tu cabello y no tu mejilla. Me gusta pensar que beso algo que nadie más besa.
Me gustan muchas cosas de ti, incluso tu margen de error.
Tantas cosas pequeñas ya no serán más. Nuestras vidas son más lejanas ahora. Y una amistad que surgía apenas se disolvió en el destino, siendo que hubo cosas que pude decir y hacer, pero no sucedieron por mi temor y mi cobardía. A veces soy tan tonto.
No sé qué daría por un abrazo o una caricia sincera de parte tuya. Nada de eso será.
Eres muy rara e indescifrable. Al menos conmigo. No me dejaste algo con lo que pudiera guiarme. Nunca supe y creo que nunca sabré qué sentías y pensabas de mí.
Eres bella, física y espiritualmente. Pero siento miedo de que algún día ya no seas bella a causa del ambiente que te rodea. Me da tristeza saber que estás allí, lejos de mí, probablemente marchitándote: quiero protegerte.
No quiero perderte, pero es todo tan inminente. Cada día me gustas más y cada vez te veo menos. Me cegaste, me embrujaste. No quiero dejarte de ver, no quiero que te alejes de mí, pero siento miedo de hacer algo.
Me pregunto si realmente signifiqué algo importante para ti, o si solo fui una persona más que tenías para conocer. Nunca hallaré la respuesta a tantas preguntas.
Fue algo especial para mí. Me encantó conocerte, fue maravilloso. Me gustaría que pensaras así de mí, y que no te quedaras con ese verbo en pasado "conocerte" y desearas convertirme en el presente "conociéndote".
Me duele no haber compartido nada más contigo, aunque albergo una esperanza. Siento que falta mucho por fusionar entre tú y yo. No quiero sufrir en recuerdos: mi corazón siente que algo sucederá y sabe que entre tú y yo falta mucho antes de alejarnos.
No te olvidaré. Probablemente tú lo harás, pero tú siempre estarás en mi mente.
Me gusta ver cómo caminas y observar tu cuerpo, oír tu voz, y saber cerca tu presencia. Me encanta tu cabello, y me gusta la forma de tus labios: eres hermosa, muy hermosa.
Eres algo extrovertida, un poco loca. Estás abierta a todo y por eso eres encantadoramente especial. Me gusta tu personalidad, alguna vez contraria a la mía.
Me gusta estar cerca de ti cuando ríes o simplemente dices cualquier tontería. Te hablo suavemente como a una delicada mariposa, cuidando cada una de mis palabras. Me enloquecen tus gestos y la forma en que reaccionas a algo inesperado.
Toda palabra que pronuncias es hermosa y cada cosa que haces es bella: Eres hermosa siendo tú.
Me gusta tu curiosidad. Me encanta verte en silencio.
Cuando me miras me siento dignificado. Me siento feliz de merecer una mirada tuya. Me alegra saber que haces algo para mí: pronunciar una palabra, dar un beso o simplemente dedicar un pensamiento.
El viento juega con tu cabello cubriendo la mitad de tu rostro, y pareces luna. Muchas veces he besado tu cabello y no tu mejilla. Me gusta pensar que beso algo que nadie más besa.
Me gustan muchas cosas de ti, incluso tu margen de error.
Xolotl Polo. "El ritmo de la vida". 2011. Acrílico sobre lienzo. 145x145cm |
Tantas cosas pequeñas ya no serán más. Nuestras vidas son más lejanas ahora. Y una amistad que surgía apenas se disolvió en el destino, siendo que hubo cosas que pude decir y hacer, pero no sucedieron por mi temor y mi cobardía. A veces soy tan tonto.
No sé qué daría por un abrazo o una caricia sincera de parte tuya. Nada de eso será.
Eres muy rara e indescifrable. Al menos conmigo. No me dejaste algo con lo que pudiera guiarme. Nunca supe y creo que nunca sabré qué sentías y pensabas de mí.
Eres bella, física y espiritualmente. Pero siento miedo de que algún día ya no seas bella a causa del ambiente que te rodea. Me da tristeza saber que estás allí, lejos de mí, probablemente marchitándote: quiero protegerte.
No quiero perderte, pero es todo tan inminente. Cada día me gustas más y cada vez te veo menos. Me cegaste, me embrujaste. No quiero dejarte de ver, no quiero que te alejes de mí, pero siento miedo de hacer algo.
Me pregunto si realmente signifiqué algo importante para ti, o si solo fui una persona más que tenías para conocer. Nunca hallaré la respuesta a tantas preguntas.
Fue algo especial para mí. Me encantó conocerte, fue maravilloso. Me gustaría que pensaras así de mí, y que no te quedaras con ese verbo en pasado "conocerte" y desearas convertirme en el presente "conociéndote".
Me duele no haber compartido nada más contigo, aunque albergo una esperanza. Siento que falta mucho por fusionar entre tú y yo. No quiero sufrir en recuerdos: mi corazón siente que algo sucederá y sabe que entre tú y yo falta mucho antes de alejarnos.
No te olvidaré. Probablemente tú lo harás, pero tú siempre estarás en mi mente.
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