"No son las grandes desgracias las que crean la desgracia,
ni las grandes felicidades las que hacen la felicidad,
sino el tejo fino e imperceptible de mil circunstancias banales,
de mil detalles tenues,
que componen toda una vida de paz radiante
o de agitación infernal".
que componen toda una vida de paz radiante
o de agitación infernal".
Flaubert
Su espíritu le implora
a la vida un día
sin los dolores que a su ánimo oprimen
En la noche
falsamente serena
le pide a las dulces
que en el cielo conviven
para retar a la adversidad,
un poco más de energía.
A la luna le desgarra
con sus deseos
rogando salud para luchar de pie,
jamás de rodillas
Con los ecos de sus gritos suplica:
¡No más desesperaciones malditas!
¡No más lamentos
en amaneceres taciturnos,
sí que los hay feos!
Sus escasas lágrimas
que de la rabia
debieron salir
arden en sus mejillas
y a su Dios le dicen:
¡Yo te necesito!
Los pensamientos
se arrastran a su boca
esperando morir allí
para de alguna forma remediar el dolor,
con algún susurro o con algún grito…
Esperando una bendición en el escritorio,
ya adormecido
su alma satisfecha se finge,
y exprimiendo su molestia
en un esfuerzo postrimero aúlla
A pesar de sentir su cuerpo enfermo,
pesado y consumido…
Los minutos volando plácidos los siente,
cuando la esperanza los arrulla...
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Título original: Ilusiones Holladas
Fecha: Diciembre 28, 2007
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